Cavé en mi ojo un fin,Y le enterré uno de tus pétalos,Y el estuche del tiempo,El cobro encuadernadoDe horas muertas, de vivas luces.Bregué extenuado y te quise darEste silencio aparte, masSupo la fina capa sin raícesNo quitar la negra tinta,Sí vibrar hasta que la pura vidaSe hiciera de amarte.
Archivo del autor: maninar
Las horras
Porque estas hordas que me acaban nunca fueron de la piedad, quitaron sangre echando cal, entierro de un sol, y el tormento de mi soledad. La hydra sigue silbando a pesar, fuego nocturno derramado, vacija rota del pensamiento que se deslizó. Tampoco supe esperar. La espada al viento, tu cabellera al viento, la columna deSigue leyendo “Las horras”
Manantial
Mi corazón mantiene cerco al dolor, Y no logro el olvido del mio vivir Empiezo siempre para nunca acabar Y del destino tiento mucho y quiero escapar Sin que ni fuego ni luz ni razón Den a mi locura derisión.
Ruido de mal
De donde retumban estas cuatro voces que nos rompen?De donde gritan estas cuatro voces de injusticia?De donde mora la maldad,De donde nace el mal.Que me calle el silencio,Que me calle la paz.
Esa tiranía
Mientras corría sangre a cuchillas de la negra muerte,La tiranía de los hombres malos oscurecía la voz suave,Mientras la tierra nuestra sucumbía,La tiranía de los hombres malos callaba la luz del mediodía,Y mientras la misma vida se caía,La tiranía de los hombres malos hacía que mis pasos fueran dados
Negro dolor
Qué negro dolor se eleva de las entrañas de la tierra y va subiendo por el aire como un grito de espanto, qué alarido es este, que ni oigo el retumbar de mi pulso de mi corazon, la ceniza cubre la sangre, y la hiel horada de muerte la guadaña.
La guerra del virus
Cuando la guerra del mundo contra el virus,Y el silencio de las sirenas en el mar profundo,Y el viento que se tragaba la saliva de nuestros miedos,Y la nada crecida era el espanto del poder,Y los pasos surgían en el sueño y desvanecían,Y la mano tendida era un acto cruel,Y los vapores de la tierraSigue leyendo “La guerra del virus”
Este día a día
Izaste la bandera negra de la desesperanza?Levanta tu mirada y dime,Es acaso la muerte la que te detuvoCuando largaste amarras?Y fuiste y llegaste hasta aqui, donde brilla la vidaEn todo su esplendor,Y viviste libre y en armonia,Y criaste a quien hoy te da este amorTan profundo y lejano,Dime, de dónde te vinoEste espíritu que teSigue leyendo “Este día a día”
Una rosa clara
No iguala la luz su porfía,Que si bien derrame es su abundancia,Y labor ardua e infinita su anhelo,Y que no hay más espacio en su cielo,La gloria te llamo y me quedo, contemplo gracia,Perfeccion y sueño.Amor de un instante, suntuoso, pleno, deseo.