Blanca la nieve como la nieve blanca,
Canoso el viento de mi tiempo
De pensamientos, revoloteo de flores
De almendros blancos cuajados
De besos y tiernas alas, como ojos
Que miran y otean sobre las cúspides
Verdes de escarchas, desnudez pura
De esta nada, esqueletos de belleza,
Que me sorprenden amaneceres
Pasando el puente helado, pisadas
Ausentes, riscos o vagos recuerdos,
Aquí comienzan mis ardores, quietos
De sombras esparcidas a los pies,
Sobre el piso de nostalgia.