Tahúres zurdos que van a la trena,
De donde salen pájaros adiestrados,
Rómulos pícaros de habla sincera,
Muerte entre las flores, guirnaldas
Que nunca se acuestan, tubérculos
De la noche, engranaje de pistolas,
Canallas y crápulas que venden
Sus almas a la siniestra, colman
Los vacíos de sus tiernas primaveras,
Ocultan sus vientres entre la hiedra
De las sombras de las hechiceras,
Y creen que por el vago mundo
Todos se hacen la trecha,
Mientras columpian su locura
En el ramaje de la puerta trasera.